sábado, 1 de abril de 2017

La vida es puro Networking

Networking suena como a algo muy moderno y muy cool pero realmente es algo que se lleva haciendo toda la vida aunque lo llamáramos de otra manera. Lo que viene siendo ''hacer contactos'' o conocer a alguien que te puede “echar un cable”, en un momento dado, para ayudarte a que te hagan la ansiada entrevista de trabajo a la que tanto cuesta llegar en estos tiempos.


Si hago un repaso de todos los sitios donde he trabajado, me doy cuenta de que el networking ha estado muy presente en mi vida y, sin embargo, nunca ha sido premeditado por mi parte puesto
que a mí, eso de “pedir favores”, se me da fatal, pero, como dice la profe, hay que hacerlo y tener esto del networking muy presente ya que, para bien o para mal, es como se consiguen la grandísima mayoría de trabajos hoy en día.



Como ya he dicho, a mi el networking no se me da nada bien, no sé “venderme” con palabras, así que me suele venir sin buscarlo intencionadamente pero, la que es una networker nata, es mi madre.

Ella se pasa la vida tirando de contactos y creándolos allá donde va, contactos a los que le cuenta siempre mi currículum (y mi vida seguro que también), por si cuela. Y sí, alguna que otra vez, ha funcionado. Esta es otra de las mil cosas que tengo que aprender de ella.




He conseguido muchos trabajos a través de amistades y contactos familiares pero, del que voy a hablar ahora, es del último trabajo que conseguí por esta vía, con un networking también involuntario por mi parte, pero networking al fin y al cabo.

Se trata de como conseguí mi trabajo como profesora de clases particulares de inglés.



Vivir más de un año en Inglaterra (que, por cierto, también acabé allí por networking) me vino muy bien para mejorar en el idioma y, a mi vuelta, he seguido tomando cursos de inglés. En uno de estos cursos, mi profesora consideró que mi nivel era bueno y, cuando una de mis compañeras le comentó que yo le había estado ayudando con el inglés, me ofreció dar clases particulares a una alumna que ella tenía la cual, le había comentado que estaba buscando a alguien que viviera cerca y pudiera darle clases particulares de inglés.

Yo, experiencia en el campo de la enseñanza, poquita; sin embargo, pensé que si ella me veía capaz de hacerlo bien, entonces tenía que confiar en que sí podía. La profesora nos puso en contacto a la chica y a mí y, a raíz de esta alumna,
empezó el boca a boca, y, poco a poco, mis alumnos y clases particulares fueron aumentando.



Por eso, gracias al networking y a que alguien quiso apostar por mí, se me abrió una salida laboral que disfruto, que espero seguir aprovechando mientras sea posible y que me trabajo, porque es cierto que el networking te ayuda a que te dejen la puerta entreabierta a un trabajo pero, luego, hay que entrar por esa puerta y currártelo para demostrar que mereces seguir ahí dentro.

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