lunes, 27 de febrero de 2017

¿Para qué me servirá este curso?

“Ser recepcionista no es solo dar llaves”


Esta fue de las primeras frases que escuché al empezar el certificado de profesionalidad en alojamientos turísticos y, después de casi 4 meses, podría empezar diciendo que sí, que este curso me ha servido para comprobar que así es. Sin duda, es MUCHO MÁS.

Además de dar llaves, hay mucho trabajo administrativo, mucha incidencia para resolver, mucha comunicación y coordinación interdepartamental que llevar a cabo, mucho upselling, cross selling, rack, release, revpar, revenue, cierre de ventas, comercialización y tantos conceptos desconocidos para mí cuando decidí inscribirme en este curso.



Además, este curso me ha servido para conocer mejor el trabajo en el hotel del departamento comercial, especialmente la parte de ingeniárselas para encontrar nuevos nichos de mercado, de promocionar el hotel, de asistir a ferias, de estar constantemente analizando ventas y calculando los mejores precios para rentabilizar el hotel. Es una parte del trabajo que se puede hacer en un hotel en la que no pensé cuando empecé este curso y que me ha gustado descubrir.

Mi idea cuando empecé el curso era que me sirviera para completar mi formación universitaria en turismo y “reciclarme” tras mucho tiempo alejada de este sector. Hice una diplomatura en turismo y terminé la carrera desconociendo muchos de estos conceptos que estoy aprendiendo ahora. Cierto es que yo hice el itinerario de agencias de viajes y no el de alojamientos pero, aún así, pienso que para quien quiera dedicarse a ser recepcionista de hotel, este curso es un tiempo muy bien invertido. Son 575 horas enfocadas, en mayor medida, a asuntos que en la práctica te vas a encontrar día a día en un hotel, contados por una persona que los ha vivido in situ durante años. Esto sin duda me servirá porque así,cuando me toque enfrentarme a ello “en el momento de la verdad”, muchas de las cosas que sucedan alrededor de la recepción, no me va a sonar a “chino”. A no ser que me toque atender a un chino que hable en su idioma, claro.



Quizás, el único “pero” que le ponga,es que pienso que el periodo de prácticas (que, por cierto, fue la principal razón por la que quise hacer el curso al principio) se queda corto. Digo quizás, porque todavía no lo he comprobado. Eso será a finales de abril y, sin duda, esta última parte del curso, será clave y la oportunidad para poner en práctica mucho de lo aprendido durante el curso y comprobar hasta qué punto me ha servido.

Lo que sí tengo claro a día de hoy, es que este curso me va a servir para enviar mi CV a los hoteles con la confianza de llevar conmigo una formación y una preparación que hasta ahora no tenía y que, ahora que soy más consciente de todo el trabajo que implica, me parece totalmente necesaria para trabajar en un hotel.


sábado, 18 de febrero de 2017

¿Yo en un hotel?

Esta pregunta se ha vuelto recurrente en mi cabeza especialmente desde que el pasado noviembre comencé un curso en el CDT de Alicante para ser recepcionista de alojamientos.

Quien sepa un poco más de mi me diría…

¿y ahora quieres trabajar en un hotel cuando ni siquiera te lo planteaste en la carrera turismo?



Pues sí, así es, la vida no para de dar vueltas y ahora me preparo para trabajar de recepcionista en un hotel. Algo nuevo, algo diferente a todo lo que hice hasta ahora y relacionado al mismo tiempo. Otro reto que me volverá a sacar de mi zona de confort y me permitirá vivir diferentes experiencias. En definitiva, otra aventura que como todo lo hecho anteriormente, me hará superarme y supondrá un nueva enseñanza para mí.

¿Me gustará?, ¿se me dará bien?, ¿sabré solucionar los problemas que surjan?,
¿me podrá la presión?, ¿meteré mucho la pata?, ¿me entenderé con los clientes extranjeros?, ¿me entenderé con los españoles?, ¿me abrirá otras puertas?,
¿otros departamentos?


dudas

Estas y otras más, son las preguntas que me hago cuando me visualizo detrás del mostrador de un hotel en un futuro próximo.

Sin embargo, algo que tengo comprobado es que, a pesar de las inseguridades y dudas que siempre se sienten ante la incertidumbre y lo desconocido...al final, todos tenemos capacidad de hacer mucho más de lo que creemos y, simplemente, hay que dejar a un lado los límites que nos ponemos a nosotros mismos y dar ese salto hacia adelante.



Estoy convencida de que, pase lo que pase, trabajar en un hotel me va a aportar un aprendizaje y muchas cosas positivas que valdrán la pena.

Por eso cuando me pregunto...
¿yo en un hotel?

me respondo…
¿y por qué no?