Dirigir un hotel o, simplemente, gestionar una empresa con tantos empleados a tu cargo, cada uno con su propio bagaje y personalidad, no lo considero ni mucho menos una tarea sencilla.
Lo que sí es indudable es que para que un negocio funcione es fundamental tener motivado al personal que trabaja en él, pues este es un sector hecho por personas para satisfacer a personas. Si el personal está contento, trabaja mejor y, si trabaja mejor, el cliente sale más satisfecho.
Además, hay que tener en cuenta que el sector de la hostelería, es un sector muy sacrificado que requiere de un esfuerzo muy importante por parte de todos los trabajadores que se dedican a él puesto que deben trabajar fines de semanas, tienen horarios que se alargan, turnos de noche, mucha exigencia y carga de trabajo, salarios o contratos que muchas veces no se ajustan al nivel de trabajo que se hace y estar de cara al público (de todo tipo) con la mejor cara y sonrisa independientemente de lo que esté ocurriendo en su vida personal o laboral.
¿Cómo motivar e incentivar a todo este personal para que den lo mejor de sí mismos?
Lo primero que haría es ponerme en el lugar del trabajador, siempre con humildad y escuchando todo lo que opinen de lo que ocurre en el desempeño de sus tareas y sus condiciones laborales. La comunicación es imprescindible, no solo que los empleados se sientan escuchados sino que de verdad sientan que se tiene en cuenta todo lo que aportan y que se toman medidas para mejorar lo que ellos proponen, pues quien trabaja día a día en una función o lugar en concreto, es quien mejor conoce esa tarea o espacio.
También es fundamental hacerles sentir útiles e importantes en la empresas independientemente del puesto que ocupen, hacerles partícipes de las medidas o mejoras que se están planteando sobre el hotel y consultarlas con ellos. En definitiva, conseguir que sientan un vínculo de pertenencia con la empresa.
Promovería el buen ambiente, comunicación y confianza con los compañeros de la empresa. El trabajo en equipo en un hotel es fundamental y pienso que pasar tiempo fuera del ambiente laboral con jornadas de convivencia en otra ciudad o realizar actividades divertidas como paintball, karaoke, cenas, etc, puede ayudar mucho a trabajar mejor después con tus compañeros de empresa con los que te unen otras vivencias más allá de las estrictamente relacionadas con el trabajo.
Recuerdo cuando el comercial de Booking vino a vernos y nos contó las fiestas de empresa que tenían al año, los regalos que les hacía la empresa y, aunque evidentemente esto no es lo que hace que te quieras quedar a trabajar en un sitio, si son cosas que van sumando a sentirte contento de estar en una empresa que no trata a sus trabajadores solo como máquinas sino que también se preocupa por su bienestar, adaptación e integración en la empresa y con sus compañeros.
Por experiencia propia, en empresas donde yo he trabajado, el relacionarme con mis compañeros de esta manera, después ha hecho que rindiera mejor en el trabajo porque la confianza y la comunicación era mucho mejor e iba más a gusto a trabajar.
También, mostraría con hechos a los trabajadores que es posible promocionar y llegar a puestos más importantes si rindes bien. Les incentivaría con la posibilidad de ofrecerles formación que les motivara para que no se quedaran estancados en lo que ya saben, algo que, además, después repercutirá positivamente en el hotel puesto que esa formación les puede hacer todavía mejores profesionales. Trataría de que en todo momento se vea valorado el trabajo que realizan, los objetivos que consiguen y, que si hay que llamarles la atención por algún error que han cometido, esto se haga siempre de una forma constructiva y no "a grito pelado” puesto que no creo que trabajar “con miedo” sea lo más efectivo.
Por supuesto, además de todo esto, un incentivo o recompensa económica , de vez en cuando, por hacer upselling o cross-selling (o regalar un viaje al empleado del año), es muy efectivo para motivarlos. Porque el dinero todos lo necesitamos y nos mueve.
Me gustó la idea que escuché en clase sobre una directora que decidió que la comisión de lo que ganaban por vender entradas de Terra Mítica, el departamento de recepción se las repartiera a partes iguales entre todos los recepcionistas. Es una manera, no solo de motivarlos, sino también de ir todos a una y de que, en el momento que ven que hay alguien del equipo que no da la talla o trabaja como los demás, lo digan para que solo se queden los que sí trabajan bien.
En resumen, todas las medidas y acciones deben ir encaminadas a que el trabajador se sienta comprendido, valorado, involucrado, no explotado y rodeado de un buen ambiente de trabajo en en la empresa.
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